Toda vida humana forma parte de un sistema.
Hay dos clases de sistema: el abierto y el cerrado. La principal diferencia estriba en la naturaleza de sus respuestas el cambio, tanto interior como exterior. En un sistema cerrado, las partes tienen una conexión muy rígida, o se encuentran desconectadas por completo; en cualquier caso, la comunicación no fluye entre las partes, o del exterior hacia adentro y viceversa.
Un sistema abierto es aquél en el que las partes están interconexas, responden y son sensibles a las demás, y permiten que la información fluya entre el ambiente interno y el externo.
Si alguien quisiera diseñar deliberadamente un sistema familiar cerrado, lo primero que debería hacer seria aislarlo por completo de cualquier interferencia externa, y fijar con rigidez, y para siempre, todos los papeles.
Tu autoestima, tu comunicación, aunadas a las reglas y creencias, son los ingredientes que conforman el sistema familiar.
B.L.V.P/A.P.G
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