Una persona que no sabe valorarse espera que los demás sean los responsables de darle un valor. Por ello se dan manipulaciones interminables que a menudo afectan a las dos partes.
A muchos puede parecer radical, o incluso destructiva, la idea de que los seres humanos necesitan amar y saber valorarse. Para muchas personas amar al yo es egoísmo y, en consecuencia, un acto contra los demás, una guerra entre individuos.
Para evitar el enfrentamiento con otras personas, los individuos aprenden a amar a los demás en vez de a si mismos; esto conduce a la auto evaluación.
El egoísmo es una forma de arrogancia que transmite el mensaje: “soy mejor que tu”. El amor de uno mismo es una declaración de valor, -cuando sé valorarme, puedo amar a los otros concediéndoles un valor igual. Pero cuando me desagrado, mis sentimientos hacia otros serán de envidia o temor.
B.L.V.P/A.P.G
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